hogar, dulce hogar

A woman named Evelyn who was only a few days ago a stranger spoke words this evening that struck a chord with me, resonating through my heart strings to change the tune I had been humming for the previous 24 hours. These, the few chosen words at the end of one of my favorite chapters in Paul's letter to the Philippians, have filled me with a hope that I do not find myself often accepting.

"No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí­. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. Así­ que, ¡escuchen los perfectos! Todos debemos tener este modo de pensar. Y si en algo piensan de forma diferente, Dios les hará ver esto también. En todo caso, vivamos de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado. Hermanos, sigan todos mi ejemplo, y fíjense en los que se comportan conforme al modelo que les hemos dado. Como les he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas, muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo. Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Sólo piensan en lo terrenal. En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo..."

But our citizenship is in heaven...

This will always be a home to me, and these, a people that I am passionately moved by. However, it is not the place that binds us, but rather the love of Christ Jesus who gave His life that we may live & love with an intensity that is unmatched. Thank you Lord for these joyous hearts we encountered today who, though may have nothing in the eyes of the world, have everything they could possibly need. This truly is a home, sweet home...